Adolfo Bernal es miembro orante del MLC de Madrid (España) y partió el 26 de diciembre de 2015 hacia la casa del Padre. Pedimos para que si no está en su presencia, pronto pueda estarlo para interceder por su esposa Maruchy, su familia, sus amigos, la congregación Concepcionista y el MLC.
Monición de entrada en la Misa por Adolfo: Nos unimos para dar gracias por la vida de Adolfo, trabajador incansable, amante de la música, de la cultura, del arte, buen esposo, padre y abuelo. Entregado, generoso, abnegado, incansable. Hombre de fe por lo que desde su juventud ha sido miembro activo de acción católica, de los grupos de Nuestra Señora, de la Asociación José Sallés y en sus últimos diez años miembro orante del movimiento laico Concepcionista. Su vida ha sido para todos un testimonio de cómo vivir intensamente preparándose serenamente para la eternidad.
Nombrado Poeta Cartagenero, con cuya poesía ha cantado a la amistad, al amor, al dolor, a la familia, a su patria, a su Dios, a su Virgen y a la vida….
Adolfo no ha muerto, sólo se ha dormido porque el Amor de Dios ya le ha resucitado…y él ¿cómo no? sigue y seguirá entre nosotros, porque está vivo, y su poesía desde hoy, hablará por él…
A la Familia Concepcionista
Somos una Familia,
una familia unida, comunal y cristiana,
igual que aquellas que nos precedieron,
-Como José y María, como Joaquín y Ana-,
tratando de imitar
a aquellos tres hermanos de Betania;
contemplando a Jesús, como María,
trabajando incansables, como Marta,
dando amistad sincera, como Lázaro,
hasta el extremo de arrancar las lágrimas
del Divino Maestro, y que señalen:
-Mirad como les ama.
Esta Familia “Amor Concepcionista”
tiene un Padre, una Madre, una abogada;
el Padre vive cerca de nosotros
en cada Eucaristía y cada alma,
la Madre nos invita a que pidamos
la eterna conversión de en vino el agua,
y nuestra más cercana intercesora,
-Beata, un día Santa-,
nos señala un camino de amor y de ilusiones,
nos dibuja horizontes de esperanza,
nos anuncia un futuro de venturas
y la meta más límpida y más alta.
Somos una familia de 8 escudos: Las Bienaventuranzas.
Adolfo Bernal Navasa
15 de marzo de 1998