Diez pistas para un cristiano

Diez pistas para un cristiano (P. Luis Gonzalo claretiano capellán de la comunidad concepcionista de Madrid-Princesa)

Hoy día en la Iglesia las familias carismáticas deben abrirse a la comunión, diez pistas para lograrlo.
1.- Conocer la realidad pero que no nos supere.
Hay momentos de aguas turbulentas en los que parece que el Señor duerme pero hay que superar la terminología de muerte, que niega la posibilidad de misión al mismo Dios, pues El sigue gobernando la barca.
Nuestro tiempo debe ser de confianza y comunión de abrir los brazos y acoger. Hay demasiado lenguaje negativo, parece que no tenemos confianza en un Dios que nos ama y nos ha perdonado.

2.- Conocer el pasado para superarlo.
Benedicto XVI nos dice «el cristiano mira al futuro».
Quien no mira al futuro lo condiciona. Estamos convencidos que si Dios nos mantiene en la gracia vamos a salvarnos.
No tenemos derecho a ofrecer siempre lo mismo, sin adaptarnos a los tiempos, pero respetando lo fundamental.
3.- La gran tarea que tenemos es abrirnos a una gran renovación espiritual
Debemos preguntarnos ¿Cuál es nuestra identidad y cual nuestra pertenencia?, pues podemos estar en los alrededores de Dios, pero no centrados en El. Esto es, no debemos confundir las mediaciones con el fin.
La fidelidad no tiene nada que ver con la costumbre, aunque la costumbre ayuda a la fidelidad. La costumbre acaba por facilitar la fidelidad pero esta, no es costumbre, es escuchar a un Dios que te va a sorprender.
Con buena voluntad gastamos mucha energía en anclarnos en el pasado, pero no nos adecuamos al tiempo presente y esto hace que falle la transmisión de la fe sobre todo a los jóvenes.

4.- El Señor nos pide creatividad, que es una profunda reforma del final de un ciclo que hay que aceptarlo y facilitar el tránsito.
Nuestro Papa nos ha enseñado como se hace, el ha entendido que estamos al final de un ciclo y esto solo se capta si se escucha a Dios.
Si no lo admitimos iremos contracorriente. Este no es un tiempo de visión pequeña, este es un tiempo global, es tiempo para atender los grandes mensajes.
Hay que preguntarse ¿qué nos dice Dios con estos grandes cambios?.

5.- Somos una comunidad inserta en la comunidad eclesial.
Somos todos Iglesia y debemos trabajar en la misma línea.

6.- Necesitamos trabajar mucho más una estética de la pobreza
Nuestra sociedad es muy crítica en este sentido y tal vez tenga razón ¿cómo es nuestra opción por los más débiles ?. Debemos hacernos sensibles a una sociedad que llora, que sufre y que lo está pasando mal.

7.- Trabajar más la intergeneracionalidad (integrando a los jóvenes con los grupos de adultos).

8.- Crear como grupo cristiano un entorno más favorable a la positividad.
Hablar todo el día de lo malo no es la clave, para trabajar en positividad. Crear un trabajo mucho más dedicado a la positividad, no tanta muerte y negatividad, dando testimonio de verdad.

9.- Diferenciar lo institucional de lo personal.
Lo importante es la persona no las instituciones, que deben estar a su servicio.

10.- Debemos ser ejemplo y testimonio de libertad frente a la Historia.
La clave de libertad debe primar en nuestros actos y gestos, lo que nos hace elegir a la persona, que es donde Dios quiere encarnar su misterio de amor.