Reflexiones del P. Pedro del Saz sobre el Año de la Fe – 1/12/2012
Unos sencillos consejos para vivir el nuevo Año de la Fe, que ha comenzado el 11 de octubre y terminará con la fiesta de Cristo Rey de 2013 y está dedicado a la Nueva Evangelización.
Su objetivo es reforzar la fe de los católicos y acercar al mundo a la fe mediante el ejemplo.
Para llevar adelante este encargo que el Papa Benedicto XVI encomienda al pueblo de Dios, propongo:
1. Participar en la Santa Misa para vivir un encuentro personal con Dios, del modo más inmediato, “una participación regular en la Misa refuerza la propia fe a través de las Escrituras, el Credo, las oraciones, la música sagrada y la homilía, recibiendo la Comunión y formando parte de una comunidad de fe”.
2. Acudir a la confesión. “Los católicos reciben fuerzas y profundizan su fe, al celebrar el sacramento de la Penitencia y la Reconciliación”. La Confesión “llama a volver a Dios, a expresar el dolor por las caídas y a abrir nuestra vida a la potencia de las gracias sanadoras de Dios. Perdona las heridas del pasado y da fuerza para el futuro”.
3. Conocer más la vida de los santos, ayudará a los fieles a tener ejemplos validos de cómo vivir una vida cristiana, a través de diferentes formas como la docencia, el trabajo misionero, la caridad o la oración y tratando de agradecer a Dios en las acciones y decisiones de la vida cotidiana, como lo hacía Santa Carmen Sallés.
4. Leer la Biblia a diario sería otro paso, porque ofrece un acceso directo a la Palabra de Dios y narra la salvación de los hombres, “no se puede prescindir de la Biblia para un sano crecimiento durante el Año de la Fe”.
5. Es recomendable leer y conocer los documentos del Concilio Vaticano II –del que se celebra este año su 50 aniversario-, para llevar adelante su trabajo de renovación en el campo de la celebración de la Misa, del papel de los laicos, del ecumenismo y del diálogo interreligioso.
6. Leer y estudiar el Catecismo de la Iglesia Católica, que desde hace 20 años recoge en un solo volumen los dogmas de fe, de la doctrina moral, de la oración y de los sacramentos de la Iglesia Catolica y sirve como “un verdadero recurso para crecer en la comprensión de la fe”.
7. Hacer voluntariado.
8. Ayudar a los necesitados es algo fundamental, “la Iglesia pide a los católicos hacer donaciones de caridad y socorrer a los más necesitados durante el Año de la Fe, porque en el pobre, en el marginado y en el vulnerable, se encuentra Cristo personalmente”.
9. Participar en la parroquia también puede ayudar a vivir en plenitud el Año de la Fe, porque este “no puede limitarse al estudio y su reflexión” y para que “los carismas de todos ayuden a construir la comunidad”. Invitar a los amigos y conocidos a asistir a Misa, “una invitación personal puede realmente marcar la diferencia para alguno que se haya alejado de la fe o se sienta un extranjero dentro de la Iglesia. Todos conocemos a alguien asi, por lo que es hermoso llevarlos e invitarlos amigablemente”.
10. Encarnar las Bienaventuranzas en la vida diaria, para crecer en la humildad, la paciencia, la justicia, la misericordia, la transparencia y la libertad. “Son precisamente el ejemplo de la fe vivida que acerca al Año de la Fe”.